Ser humano no se nace, se aprende
Cuando hablamos de un adulto y especialmente de su cerebro decimos que tiene una estructura madura, en el caso de las infancias* cuando nos referimos a su cerebro hablamos de un órgano en vías de organización.
Decimos que en la vida de un niño o una niña tiene etapas, que es un continuo proceso para lograr su desarrollo, esto trasladado al ser humano en su integralidad.
La neuroplasticidad es un proceso de cambio y adaptación constante a lo largo de nuestras vidas y tiene 4 características fundamentales que hacen posible la evolución y regeneración de nuestro cerebro:
1 DINÁMICA
2 CAPACIDAD ADAPTATIVA
3 ESTIMULACIÓN E INHIBICIÓN
4 INFLUENCIA DEL ENTORNO Y EXPERIENCIAS
Para lograrlo se necesita de la interacción con otros seres humanos porque la situación contextual juega un factor determinante para el desarrollo en su progreso bio-psico- físico.
Las relaciones entre el niño o la niña con un adulto cuidador deben ser receptivas y atentas -con bastantes interacciones de ida y vuelta- porque permite una construcción con base sólida en el cerebro del niño para todo aprendizaje y desarrollo futuro.
Según UNICEF el 80% del cerebro de una persona se desarrolla en la PRIMERA INFANCIA, asimismo cuando surgen afectaciones es posible detectar las señales observando la cronología del momento de la adquisición y el desarrollo, que será un punto de referencia para poder solicitar una intervención adecuada y pertinente.
Al tomar pequeños momentos durante el día para desarrollar el vinculo, se construye la base para el aprendizaje a largo plazo, la conducta y la salud de los niños—y sus habilidades para enfrentar los desafíos de la vida.
El dibujo cumple funciones importantes, no lo desplacemos por las pantallas
En el garabato y en el dibujo el niño desarrolla aspectos fundamentales para su evolución: Los prerrequisitos esenciales de la lectura y de la escritura; La confianza en sí mismo; La experiencia de la motivacion interior; La creatividad.
El dibujo es una actividad motora espontánea, compleja y cada vez más coordinada que contribuye a la formación de la personalidad; como sucede con el juego, dibujando y garabateando, el niño siente el placer del movimiento. Dominar el movimiento significa madurar psicomotórea, intelectual y afectivamente. Muchas conexiones cerebrales permanecerán estables en el sujeto precisamente a continuación de las primeras experiencias de movimiento y de control del trazado gráfico**.
*Cuando hablo de infancias, es para designar a toda persona menor de 18 años. Segun al Convención por los Derechos del Niño, en Argentina tiene rango constitucional.
**No es de mi autoria.
María Karina Lucero
Perito Grafóloga - Registro Nacional Nº 197
Auxiliar en cuidados y atención de niños y niñas en la primera infancia
Especializada en Grafología Forense
Especializada en Grafoanálisis Infantil
Diplomada en Atención Temprana a las Infancias
Diplomada en Prevención y Tratamiento de la Violencia
Diplomada en Trata de persona y procuración de justicia
Diplomada como Acompañante Comunitarios/as en Violencia de Género